jueves, 22 de septiembre de 2016

LA INMENSIDAD DE UNOS OJOS COLOR CARAMELO.


Hace unos días por la tarde, me llamo mi hermana pequeña diciéndome que estaban haciendo por televisión “Doctor Zhivago”, sabía que yo no iba a dejar pasar la ocasión de verla de nuevo, aunque la hubiese visto anteriormente…tropecientas mil veces, y tenía razón.

Tengo varias películas de las que llamo favoritas, o predilectas, pero esta es sin duda la que ocupa el puesto de honor, la nº1, la favorita entre las favoritas.
Pero hoy no quiero hablar de la película, de la que ya haré su reseña correspondiente cuando le toque su turno.

Hoy quiero hablar de su eterno protagonista, Yuri Zhivago, y del actor que le dio vida, Omar Sharif.

No creo que fuese fácil meterse en la piel del protagonista de esta sublime historia, no, no lo creo en absoluto, creo que para este papel en particular se exigía una cierta sensibilidad para protagonizar a un médico, poeta, soñador e idealista.

Creo que hay actores que nacieron para interpretar un papel transcendental en su carrera cinematográfica, y por muchos éxitos que cosechen a lo largo de los años siempre se les recuerda por ese papel en particular para el cual nacieron, Omar nació para enamorarnos interpretando al melancólico Yuri Zhivago.
Soñador, romantico, idealista.

¿Qué porque lo pienso?
¿Qué otro actor a parte de él, tiene o tenía esa maravillosa mirada? Esa capacidad para que entraras dentro de la piel del protagonista tan solo mirando a través de sus ojos. Esos ojos que hablaban por si solos, hábiles a la hora de trasmitir sin palabra alguna todo lo que sentía en ese momento el protagonista, dolor, tristeza, alegría, horror, rabia, desprecio…y todo un sinfín de emociones, transparentes en sus ojos.

Pero sobre todo  hipnotiza su mirada cuando ves en ellos otra clase de emociones y sentimientos, tales como la firmeza en una decisión, el amor  y la veneración en su mirada al contemplar a Lara, sus estados contemplativos mientras su mirada soñadora baraja nuevos versos que puedan reflejar en el papel su amor por ella, el horror al contemplarse en un espejo cuando vuelve del frente, como la mira cuando la vuelve a ver en la fiesta de fin de año…


Yuri cuando vuelve del frente.



Contemplando a Lara en la fiesta de fin de año.
¿Qué? ¿Habéis dado con alguno que diera la talla? Yo creo que no.
Los ojos, su mirada,  su seña de identidad.
Hay muchas escenas a lo largo de la película que se nos ofrece un primer plano de Yuri, y en ese primer plano tu atención se centra  en sus ojos, esos ojos color caramelo, grandes y rasgados, que albergan la mirada más melancólica de la historia del cine.



Porque cuando  entra en escena no hacen falta las palabras, su mirada se come el objetivo, haciendo que no haya más opción que mirarlos y sentir lo que  está sintiendo en esos momentos el protagonista.
He visto bastantes más películas de Sharif, y la cámara lo quiere, a él, pero sobre todo a sus ojos.

Lo he seguido con el transcurso de los años, y en su vejez seguía atrayendo esa mirada enigmática, cálida, limpia, soñadora y nostálgica que se habían llenado de unas encantadoras patas de gallo, o más finamente hablando, arrugas de expresión, pero que no les restaba ni un ápice de su atractivo natural y seguían teniendo todos las particularidades y la personalidad que no he visto en ningún otro par de ojos

Los ojos más melancólicos del cine nos dijeron adiós cerrándose por última vez el 10 de Julio del 2015, tenía 83 años.


Para mí siempre será inmortal, gracias a su trayectoria profesional, pero sobre todo por su eterno compañero de viaje, su mejor personaje, su sublime interpretación de Yuri Zhivago.
Por siempre Omar.