domingo, 5 de marzo de 2017

EL BESO AZUL / JORDI SIERRA I FABRA

Sinopsis:

Jordi Sierra I Fabra
El beso azul
Narrativa
2016
Rogelio, al que todos creían muerto en 1936, regresa en junio de 1977 al pueblo donde nació y fue fusilado junto a su padre y su hermano. Son los días de las primeras elecciones democráticas. Cuando la noticia se conoce, los sentimientos de los supervivientes se cruzan y reaparecen tras más de 40 años. Todos dan por hecho que vuelve para vengarse, pero el regreso lo hace con su esposa, veinte años más joven que él, y su hija de 19 años.
Rogelio no sabe quién le delató entonces, por qué está vivo, por qué las balas de los que le fusilaron no le alcanzaron. Tras caer a la fosa logró zafarse de ella en la oscuridad antes de que les cubrieran con tierra. Su hermana sabe que está vivo desde hace 20 años, pero lo ha silenciado por miedo. Ahora que Franco ha muerto es la hora del reencuentro.
¿Qué busca Rogelio? ¿Solo visitar la fosa donde están su padre y su hermano junto a otros vecinos y reencontrarse con sus orígenes? ¿Cómo reaccionará su primera novia, el amor de su vida, o su mejor amigo, que se cambió de bando para sobrevivir y ahora es su marido? ¿Y el topo que ha vivido 38 años encerrado esperando a que el dictador muriera? ¿Qué hará el hijo del alcalde que lideró la revuelta en julio del 36 y que ahora gobierna la villa? ¿Y el sargento de la guardia civil?
¿Se desatará una espiral de violencia en los días en que los españoles sellan, por fin, la paz con su voto en las urnas?
Sierra i Fabra ha demostrado un dominio cada vez más excelente de la profesión con el uso de registros literarios bien diversos y con propuestas cada vez más singulares y efectivas. (…) En los últimos años y en sus últimas obras ha ido dinamitando los encorsetamientos y encasillamientos que se le habían aplicado, y ha terminado siendo reconocido también por la crítica, como antes ya lo fue por su público.

Mi opinión:

Cuando  termine esta historia me quede con un nudo en la garganta y una emoción nacida del corazón, un pesar que me subía hacia arriba hasta querer desbordarse por los ojos que hacía  ya algún tiempo que no me pasaba.

Un libro, puede ser un vagón de sueños al que subir para viajar a historias maravillosas donde a veces quisieras ser la protagonista para vivir historias apasionantes, otras resulta ser una máquina del tiempo donde te tele transporta a un tiempo pasado, lejano, a veces duro, inclusive cruel y horroroso, a veces conmovedor, otras nostálgico, evocador, sencillo, mágico, envolvente….del que quizás no quieres ser la protagonista, pero que te envuelve el corazón con toda clase de sentimientos y sensaciones, y al acabar el libro te ha dicho tantas cosas…más de lo que habrás podido sentir subida al vagón de sueños del tren de alta velocidad de esa clase de historias, que aunque lindas no te dejan adentrarte en la vida misma, la maquina te lleva a la vida, a esa vida que tal vez te contaron tus abuelos, hayas leído en clásicos, visto en documentales, o en algún libro o película del genero realismo, estas son las que se quedan en tu cabeza por los siglos de los siglos, ya que tocan fibras que no hay forma que toquen otras historias. 

Esta es una de ellas, si quereis saber más continuar leyendo, y armaros de paciencia porque la cosa va pa largo. Jajaja (la falta ortográfica esta, sí)

Está máquina del tiempo nos traslada a un pueblo, un pueblo que podría ser cualquiera de nuestra geografía, esta máquina se verá en la tesitura de ser capaz de honrar la vida en un pueblo rural cualquiera en las dos épocas distintas, consiguiéndolo sin ningún esfuerzo, nos unirán  hondos sentimientos con sus personajes, sentimientos buenos y…no tanto, sentiremos la  lastimosa e irremediable sensación de unas vidas truncadas, rotas en mil pedazos, unas vidas que deberían haber seguido el camino sencillo y anhelado que el destino les tenía marcado, y que por contra se convierten en complicados caminos llenos de violencia, muerte, destrucción, soledad, persecución, exilio…sueños rotos por una mano ajena e implacable, esa mano cruel que mece la cuna y que cambió los destinos de un país entero con un fenómeno destructivo e inhumano, una sin razón llamada guerra civil, con todo lo que esto conlleva, una guerra de hermanos contra hermanos, compatriotas matándose, torturándose por ideales y creencias, por distintas formas de ver un país, por creer en la libertad o en la represión, por creer que todos somos iguales o todo lo contrario….

Una época en la que la pluralidad cultural era una utopía, un peligro  a extinguir de manera automática.

La dignidad y la libertad, una ilusión que apenas le dio tiempo a echar a andar.

Se alzaron los “patriotas”, gente acaudalada que no quería perder su estatus, con un miedo visceral a perder su autoridad con los obreros que trabajaban para ellos, miedo a las libertades  y derechos de un pueblo que se ahogaba en su propia precariedad, y aun así tuvo que volver a aprender a agachar la cabeza ante los “patriotas” que los humillaban y explotaban para  vivir a lo grande en un status mal entendido.

Ellos tenían la última palabra de como tenía que ser y ser llevado “su país” y bajo esas palabras actuaron impunemente en beneficio propio, reprimiendo con horror y sangre al pueblo, quitando los derechos y libertades que se habían estado logrando con tanto esfuerzo.

Aunque el libro transcurre en un tiempo relativamente corto, tiempo que tendremos en cuenta en cada capítulo en el que se nos reflejará la fecha exacta, es de un ritmo pausado, donde cada sentimiento, cada misterio, cada resolución lleva su tiempo, sin prisas pero sin pausas iremos descubriendo que es lo que lleva a su protagonista a volver al pueblo del que sus sueños se empeña en no dejarlo salir, represalias, respuestas, reencuentros, familia, perdón, odio…

Es un libro intimista, de superación personal en muchos sentidos no solo en lo económico, que también lo hay…pero ¿Qué haríamos con el alto nivel económico con un corazón vacío y seco que no ha logrado sobreponerse a todo lo que le ha estado deparando la vida? La acción purificadora del amor y la familia harán de bálsamo para los males del corazón y las cicatrices del alma, pero hay un órgano que necesita respuestas, que razona y necesita ser calmado, porque en el existen preguntas sin respuestas, lugares en sombras, personas que se aprecian convertidas en monstruos, seres queridos que gritan descanso en una mente inquieta que aún no sabe por qué sigue en este mundo.

Me puedo imaginar la conmoción de un pueblo rural en aquellos meses posteriores a la muerte del dictador, al saber que uno de sus ciudadanos al que creían fusilado 40 años atrás está vivito y coleando y vuelve al pueblo, un pueblo donde todos se conocían, donde estaban los amigos, las novias, la familia, y que todo se volvió un infierno con el levantamiento de los fascistas ¿Qué quiere? ¿Para qué vuelve? ¿Venganza? ¿Nostalgia? “Levantar ampollas” seguro que pensarían los que más.

A unos se les parara el corazón de puro pánico y miedo, a alguien de inmensa alegría, a otra por la añoranza de un antiguo amor no olvidado pero relegado a un rincón intocable del corazón.

Mi opinión de este libro es el siguiente…a ver como decirlo… es un libro que no os podéis perder, es un pecado dejarlo pasar, una equivocación no zambullirse en sus páginas, un regalo de narración detallada, exquisita e impecable, de pensamientos profundos, veraces y determinantes en muchos casos, de una realidad cruda y abrumadora, con unas historias que pueden haber pasado en cualquier punto de la geografía del país (y que de hecho pasaron y se han visto reflejadas en otros libros y películas, véase “Los girasoles ciegos”) situaciones y hechos descritos de manera tan sublime que te hace meterte en la piel de sus protagonistas sintiendo todos sus pesares, pero también las alegrías, la melancolía, el odio, el perdón… y el miedo que aún no ha logrado abandonar el cuerpo de muchos en esos días que tan magistralmente nos son narrados. 

Es una gran historia coral llena de tantas historias demoledoras y a la vez maravillosas unidas entre sí, con tantas culpas, tantos remordimientos, odios y anhelos olvidados por el paso de los años o simplemente por la propia autodefensa de la mente para no sufrir por lo que ya no tiene remedio, que de verdad es…para quitarse el sombrero.

Demuestra su escritor una gran sensibilidad y conocimiento por lo pasado, las páginas están llenas de frases de concienciación, sientes en tus carnes ese miedo atroz que se produjo durante ese periodo opresor y del que pocos se atrevían a salir aún después de enterrar al dictador.
“Vivir sin miedo, Virtudes. Vivir sin miedo después de tantos años, una vez muerta la maldita bestia, aunque lo hiciera en su cama el gran hijo de puta…”

La comunicación, algo tan ligado a nuestra cultura mediterránea  y que sin embargo hay temas tabú como esta guerra maldita de la que nadie quiere hablar.
“A veces es mejor callar”
Y de la que los jóvenes quieren saber.
“No, callar nunca es mejor. La ignorancia nunca es mejor. Luego pasa lo que pasa”

Sabias palabras, aunque no todos hayan querido dejar esa ignorancia.

De otro de sus personajes del que conoceremos también su historia y sabremos del porque “En la plaza se sentaba siempre de espaldas a la alcaldía y la iglesia. No quería ver ni lo uno ni lo otro”

Argumentos y reflexiones
“Perdimos la guerra, nos pisotearon, tenemos tumbas perdidas en los montes pero no olvidadas, trataron de anularnos, quitarnos la identidad, nos humillaron, a los que nos fuimos por ser de izquierdas y a los que os quedasteis por haber sobrevivido. Y ahora volvemos con la cabeza alta. No es que hayamos ganado, pero…”
“Este país nunca olvida. Nadie lo hace. Siempre hemos mirado más al pasado con resentimiento que al futuro con esperanza, y así nos va”

Ha habido momentos que me he atragantado de indignación y de horror, esto es lo que pensé mientras leía uno de ellos. “Ayyyy que horrorizada me siento, no poder exhumar los cadáveres de los tuyos, saber que están ahí, bajo la tierra que pisas y que sacarlos de allí conlleva una burocracia cargada de obstáculos y que pasados ya los años hayan seguido los gobiernos de distintas ideologías negando a las familias enterrar dignamente a sus seres queridos, a sus familiares, a su sangre”

Aquí no ha habido reconciliación nacional ninguna desgraciadamente.

Quisiera destacar algunas citas o reflexiones.

“Cada vez que en España se ha querido tocar a la santa madre iglesia ha estallado una guerra. Esos cabrones, desde sus pulpitos, son peor que los generales”

“Por lo menos la izquierda era la de siempre. Se peleaban entre sí, lo cuestionaban todo, se perdían en largos e inútiles debates, se disgregaban en grupos fraccionados”

Es una novela dedicada al perdón y a la reconciliación  y es que nuestro protagonista va a dar una lección de esas dos palabras de las que muchos ni tan siquiera han oído hablar.

Aunque también va a paladear el sabor de lo perdido, de lo que tenía que haber sido y no pudo ser, y volverá a reencontrarse con la que debió ser y no pudo.
“Se quedaron mirando, absortos, perdidos el uno en los ojos del otro, sabiendo que la aceleración de sus corazones los llevaba al vértigo mientras que su inmovilidad los convertía en falsas estatuas de sal. Seguía siendo hermosa, un ángel. La edad no la había estropeado, al contrario, le daba dignidad, firmeza…”

Emocionada a más no poder con un nudo en la garganta que más que bajar subía, llorando como una magdalena, así me dejó esta parte.

Pero también tiene otros personajes que nos dan momentos con los que sonreír.
“¿Qué miras?”
“Nada”
“Pues pareces encandilado, hijo”
“Sudas”
“Ya”
“Me gusta cuando sudas”
“A ti te gusta cada cosa…

Por ir acabando, aunque seguiría y seguiría y seguro me dejaría un montón de cosas igualmente por ser una genialidad de libro de principio a fin, y porque tengo que acabar esta reseña que seguro no se lee nadie entera pero que me da lo mismo, porque es mía, y la hago como disfrute personal, porque libros así se leen pocos, acabo señalando que como bien dice el dicho “La venganza es un plato que se sirve (o se debe servir) frio” y una vez comido el plato y degustado se vislumbra el futuro limpio.
“¿De qué color podía ser el futuro?
Blanco, el futuro siempre era blanco.
Lo pintaba cada cual”

Maravilloso, conmovedor, cargado de nostalgia.

Como bien cita la portada.
“Un canto a la reconciliación, sin rencor ni odio, pero con memoria histórica”

Para leer y releer.